6 abr 2010

Historia de los Condes Vampiros IV



El último y más peligroso de los Condes Vampiro era Manfred, un individuo sutil, astuto y traicionero que algunas personas dicen estaba despierto cuando robaron el Anillo Carstein, hechizando a los centinelas para evitar que le Vieran. Mientras Konrad saqueaba el Imperio, Manfred estudiaba tranquilamente el arte de la nigromancia. Dicen que viajó basta el Reino de los Muertos en busca de los secretos de la No Vida, regresando al castillo Drakenhof con un profundo conocimiento de la Magia Oscura, dedicando bastante tiempo a estar seguro de su poder. Después de la muerte de Konrad pasó a ser el gobernante indiscutible de las huestes de Sylvania, pero durante una década no hizo nada, dejando que los diferentes pretendientes al trono Imperial pensaran que la amenaza de Sylvania había acabado, dedicándose a enfrentarse entre ellos, cosa que realmente hicieron. El Imperio estaba una vez más sumido en una violenta guerra civil cuando Manfred decidió que era el momento de atacar. Sus legiones de No Muertos cruzaron la frontera de Silvana en pleno invierno y avanzaron por la nieve hacia Altdorf, pasando a cuchillo a todos los campesinos que encontraron para engrosar a continuación las filas de su ejército. Durante la infame Guerra de Invierno del ano 2032, derrotó a varios ejércitos Imperiales reunidos apresuradamente para intentar detener su avance. Las victorias iban sucediéndose y el rumor que Manfred estaba cerca era suficiente para que los campesinos huyeran de sus hogares, muriendo congelados en la nieve. Su ejército llegó a Altdorf al final del invierno y encontró las murallas de la ciudad sin ningún defensor. Manfred estaba seguro de su triunfo. Estaba a punto de tomar la ciudad más grande del Imperio cuando el Gran Teogonista Kurt III apareció en las murallas y empezó a recitar el Gran Hechizo de Desunión del Liber Mortis. Viendo como sus tropas empezaban a deshacerse en polvo, Manfred ordenó una rápida retirada. Aunque probablemente era el más poderoso de los Condes Vampiro, sus enemigos estaban ya preparados para enfrentarse a la amenaza de los No Muertos. Manfred siguió el rió Reik con su ejército hasta Marienburg. Quería asediar esta ciudad portuaria, pero sus planes fueron desbaratados por el ejército de Marienburg y una compañía de Altos Elfos que hacía poco había establecido una colonia comercial en la ciudad, Entre los Elfos estaba el Alto Mago Finreir, cuyo terrible poder decanto la batalla contra las fuerzas de Manfred en el momento crucial. Manfred se preparo para un largo asedio, pero sus exploradores le avisaron que un ejército de Altdorf estaba avanzando rápidamente hacia allí. Manfred tuvo que levantar el asedio y huir a través de todo el Imperio. Así empezó un largo juego del gato y el ratón, aunque ningún bando estaba completamente seguro de quién el gato. El ejército de Manfred iba desgastándose poco a poco por los enfrentamientos con los ejércitos de los diferentes estados del Imperio, recuperando efectivos después de alguna gran victoria. Finalmente, Manfred fue empujado hasta los bosques de Sylvania. Decidido a no cometer el mismo error que habían cometido sus antecesores, las desesperadas familias de los nobles del Imperio hicieron una tregua entre ellos y lenta, pero firmemente, empezaron a registrar los bosques de Sylvania. Los Enanos les ayudaron en esta búsqueda. Los ciudadanos del Imperio, por fin unidos, avanzaron implacablemente. Al final, Manfred tuvo que combatir en Hel Fenn, y el Conde de Stirland le mató mientras el Vampiro intentaba buir en su carruaje. Su cuerpo se perdió en el borde del gran pantano y nunca fue encontrado. Martin, Conde de Stirland, reclamó todas las tierras de Silvana como parte de sus dominios, ya que había matado al Conde. Puesto que nadie deseaba realmente esta tierra maldita, nadie discutió su derecho. Así es como finalizó a la amenaza de los Condes Vampiro, o al menos eso pareció en aquel entonces. Manfred era el Conde Vampiro que más tiempo había vivido, y existe un rumor que dice que todavía vive en la actualidad, amenazando con volver una vez más al frente de los ejércitos No Muertos de Sylvania. El poeta Félix Jaegar afirma haberse encontrado con él el año 2503 mientras viajaba junto a su compañero Enano, Gotrek Gurnisson. Sin embargo, Jaegar es un conocido criminal y agitador de multitudes, cuyas narraciones de viajes son muy extravagantes. Por esto, los eruditos no creen que esta afirmación sea verdadera. Es dudoso que un poderoso Vampiro como Manfred von Carstein huyera ante un Enano exiliado armado con un par de candelabros de plata, como afirma Jaegar. La narración de Jaegar es sin duda falsa, por lo que nos contentaremos con los hechos demostrados sobre la vida de Manfred. Por lo que respecta a esta historia, Manfred Von Carstein, el último de los Condes Vampiros, murió en Hel Fenn. Que descanse allí para siempre.

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